domingo, 25 de noviembre de 2007

Planificación y organización

Para disponer de una buena planificación del estudio es necesario que estén comprendidos los contenidos de las distintas asignaturas, repartidos convenientemente, con arreglo a una distribución del tiempo bien pensada y también establecer un horario que nos ayude a crear un hábito de estudio diario y que nos evite perder tiempo innecesario.
Programación a largo plazo: Puede hacerse de forma muy general planificando el curso completo o por evaluaciones, con el fin de saber cómo, cuándo debemos estudiar, con qué medios hacerlo y que dificultades debemos superar.
Mediante un cuadro debemos incluir primera, segunda o tercera evaluación, los meses incluidos y todo lo relacionado con cada asignatura (Temas que han de estudiarse en cada mes, fechas de los exámenes, fechas de los trabajos,…)
Programación a corto plazo:
A. Planificación semanal
Una buena forma de estudiar consiste en trabajar bien durante toda la semana y descansar los sábados por la tarde y los domingos (para relajar la mente y comenzar la semana en plena forma física y psíquica). Al inicio de la semana, el estudiante debe procurar distribuir el tiempo disponible entre las diversas tareas de las asignaturas que componen el curso. La distribución de las horas entre las asignaturas dependerá de su importancia, dificultad y de la inminencia de un examen o trabajo que haya que preparar.
B. El plan diario de trabajo:
Es aconsejable que hagamos un plan de actividades a cumplir cada día. Es importante que este plan sea por escrito, así las actividades pueden ser revisadas, descargan la mente de ansiedad y crean una especie de obligación moral de cumplirlas.
A la hora de realizar el plan diario de trabajo conviene tener en cuenta lo siguiente: comenzar con materias o trabajos de dificultad media, continuar con la más difícil y terminar con la más fácil.
Siempre habrá días en los que los objetivos programados o el horario no puedan ser cumplidos. Este incumplimiento apenas tiene importancia, siempre que sea una excepción y los objetivos semanales propuestos terminen cumpliéndose.


FUNCIONES DE LOS ÓRGANOS COLEGIADOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL
Informar a sus miembros sobre documentos y proyectos de la Consejería (función de control)
Dicha acción de informar se traduce en expresiones como "conocer anteproyectos de ley", "planes y programas" o la Memoria Anual de Actividades, pero también puede surgir por iniciativa de los propios miembros, y en ese caso, se trata de "recabar información" -caso del Consejo Andaluz de Medio Ambiente o de las Juntas Rectoras- a los responsables de la Consejería en cada órgano colegiado.

Dar la opinión y visto bueno sus miembros sobre determinados documentos y proyectos de la Consejería (cogestión a iniciativa de la Administración)
En este caso se da un paso más hacia la colaboración en la gestión de los colectivos e instituciones que forman parte de los órganos colegiados, pues no se trata ya sólo de ser informados, sino que además han de ser escuchados por la Administración Medioambiental, aún cuando su opinión no es vinculante en la toma de decisiones por parte de la Consejería. No obstante, es lógico que como mínimo en temas como la Orden General de Vedas, los periodos de caza, los Planes de Ordenación de Recursos Naturales o los Programas de Actuaciones en los Parques Naturales deba ser tenida en cuenta la opinión mayoritaria de los miembros del órgano colegiado.

Elaborar propuestas y promover iniciativas por parte de los miembros de los órganos colegiados (cogestión a iniciativa de los representantes de intereses sociales)
En este punto se observa un grado aún mayor de colaboración en la gestión, puesto que la iniciativa parte ya de los propios miembros y las normas les permiten realizar propuestas por sí mismos, es decir, ellos elaboran los documentos y promueven iniciativas. Incluso se cita concretamente funciones en tres órganos: elaborar propuestas en investigación, conocimiento, sensibilización y difusión; en otros dos órganos promover iniciativas para la protección y aprovechamiento cinegético y proponer ampliaciones de los límites del espacio protegido.

Aprobar los reglamentos de régimen interior y la propuesta de gastos de los órganos colegiados de espacios protegidos (gestión de los miembros de los órganos colegiados)
El nivel de implicación y responsabilidad en la toma de decisiones de los representantes de intereses sociales es la mayor posible en este apartado, ya que se precisa su aprobación para determinados documentos (reglamentos o propuesta de gastos), aunque sean asuntos internos de los propios órganos.

Finalmente quedan un conjunto de funciones muy generales, que puede decirse que son incluso objetivos o metas a lograr a través de este tipo de órganos. Se han agrupado aquí, ya que difícilmente pueden incluirse en los otros apartados:
Velar por la conservación de los valores y recursos naturales de los espacios protegidos.
Impulsar la coordinación de los sectores público y privado.
Facilitar la participación de los habitantes de la zona.

No hay comentarios: